Cuando coges una cita, estás bloqueando una hora de tiempo que no podrá utilizar para atender a nadie más en el caso de que no acudas a tu cita, o canceles demasiado tarde. Esa hora es tiempo perdido para el profesional, dinero perdido para la clínica y un paciente de lista de espera no atendido.
Abonar las citas no realizadas cuando no se han cumplido las normas no busca castigar al usuario, buscan concienciarle en el compromiso que supone coger una cita y en la importancia de no ocupar un espacio reservado para él si no va a acudir. Ese tratamiento se abona al igual que cuando compramos entradas para el teatro y no vamos, cuando compramos billetes de avión y al final no volamos o cuando reservamos una habitación de hotel y éste nos cobra la primera noche si al final decidimos no alojarnos allí.
Muchas gracias por su colaboración.