La ecografía en fisioterapia es una herramienta que se utiliza para valorar el estado de múltiples tejidos del organismo, así como la evolución y el pronóstico.
En fisioterapia se emplea como biofeedback con la persona lesionada para poder enseñarle cómo reclutar cierta musculatura con la imagen a tiempo real.
También se utiliza para guiar una técnica de fisioterapia invasiva, de forma que se haga con mayor seguridad.
La ecografía músculo-esquelética surge como una herramienta más dentro de la fisioterapia.
Sirve para generar una exploración fisioterápica, de igual forma que el fisioterapeuta puede describir rangos de movimiento, rangos de fuerza, temperatura, calor, etc.
Además puede servirnos para guiar nuestras técnicas y valorar si estas están siendo o no efectivas, repercutiendo directamente en nuestro paciente, ya que necesitará menos sesiones para una curación o mejora de la lesión.
Una parte importante es no generar diagnósticos médicos.
La ecografía es una prueba inocua y de gran versatilidad, permitiendo hacer exploraciones dinámicas, que pueden proporcionar al fisioterapeuta con formación en ella corroborar una sintomatología, basándonos sobre todo en un razonamiento clínico y en la historia clínica inicial.
Es una prueba de imagen relativamente barata en comparación con otras pruebas de imagen (TAC, RX, RNM…).
En España existe una amplia propuesta formativa en ecografía músculo-esquelética para fisioterapeutas, cada vez más completa gracias a un grupo de fisioterapeutas que hace más de 10 años lucharon por ella (MUP). Siendo esta una de ellas en la que si eres fisioterapeuta y estás formado puedes agruparte emitiendo un certificado acreditativo como miembro del Grupo Español «Musculoskeletal Ultrasound in Physical Therapy«