La temible lesión muscular
Queremos compartir este documento con vosotros con el objetivo, por un lado, hacer caer ciertos mitos acerca de las lesiones musculares, y por otro, fomentar la prevención de las mismas con un trabajo conjunto.
En la mayoría de casos el paciente ya acude a la consulta refiriendo que, en un momento en concreto, se vio sorprendido de manera súbita y repentina por el conocido “síndrome de la pedrada” (notó como si le hubieran golpeado directamente con un objeto, e incluso muchas veces se gira buscando al posible culpable). Desde ese mismo momento, la capacidad funcional del músculo se ve mermada además de la aparición de dolor en otros casos menos frecuentes. El paciente nota un pequeño tirón con ligero disconfort y fatiga, un síntoma molesto que no achaca a una lesión muscular aguda, sino más bien a una sobrecarga; un claro ejemplo es el músculo sóleo en su tabique miofibroso. En este caso el paciente refiere sensación de malestar en carrera, pero le permite hacer otro tipo de actividades de menor carga.
Una de las primeras preguntas por nuestra parte es: “¿apareció hematoma?”. Algunos de los pacientes contestan contundentemente con un “no”, sin poder evitar dibujar una sonrisa en su cara. Pero esto no siempre es cierto, ya que, nos podemos encontrar con hematomas que no hayan dado la cara de manera externa. Así que, a día de hoy, y gracias a las técnicas complementarias como la ecografía musculoesquelética, sabemos que la no aparición de este no excluye de lesión, siendo la pérdida del patrón laminar el hallazgo clínico más relevante.
En Recuperatebien contamos con ecógrafos de última generación; aun así, para la realización de ecografía es mejor esperar las primeras 48-72 horas para poder observar mejor esas desestructuraciones laminares.
Después procederemos a plantear el tratamiento a llevar a cabo tanto en la sesión como las recomendaciones a seguir en el día a día.
En caso de lesión y desestructuración de fibras la utilización de electrolisis percutánea, para mejorar el trofismo y conseguir una cicatriz más armónica, siempre acompañada de ejercicio terapéutico prescrito por el profesional, evitando la carga excéntrica en primeras fases.
Por el contrario, un reposo supondría la generación de un tejido con mayor contenido fibrótico, y por lo tanto menos funcional. Depende de cada caso indicaremos un ejercicio u otro.
Cómo prevenir
Durante la práctica deportiva debemos estar atentos a las señales que nos va enviando nuestro cuerpo, en especial en época de pretemporada donde este tipo de lesiones son más frecuentes.
Ante la sensación de sobrecarga, recomendamos estirar, bajar la carga de trabajo y en caso de persistir, no dudar en acudir a tu centro de fisioterapia, ellos sabrán cómo ayudarte:
El tratamiento que se suele llevar a cabo en estos casos son la combinación de la terapia manual, junto con la punción seca, acompañadas de consejos para evitar la recaída.
Esperamos que este artículo os haya sido de utilidad; por nuestra parte os seguimos animando a trabajar en equipo por la prevención de lesiones, lo que nos va a permitir disfrutar de una gran temporada en la que esforzarse y superarse para conseguir nuestros objetivos más ambiciosos.
Caso clínico
Paciente futbolista que acude a nosotros con diagnóstico médico de lesión muscular en recto anterior de cuádriceps.
Aporta ecografía musculoesquelética de mutua, en el que se aprecia dicha lesión.
Ejercicios mandados primera semana controlando la carga
Ejercicios a partir del día 10 tras lesión
Además comienza la readaptación de carrera con fisioterapeutas del club, trotes, pases, etc.
En el día 20 tras lesión se suman ejercicios, después de confirmar la buena evolución del tejido, así como el paciente cada vez tiene menos síntomas
Decidimos dar alta fisioterápica para continuar la readaptación al ejercicio con su preparador físico.
Este artículo ha sido redactado por Eva Montero, fisioterapeuta en RecuperateBien.